El “hasta que la muerte nos separe” debe sustituirse por “hasta que dejemos de estar bien”. Y cuando esto sucede, cuando dejamos de “estar bien” con nuestra pareja, un adiós no tiene por qué ser un fracaso.
De esta manera no sólo se dan una oportunidad de tener un tiempo de disfrute en pareja, que hará que se unan más y pasen tiempo de calidad juntos; sino que además aumentarán el afecto y la satisfacción en pareja.
“Si miramos el objeto de nuestro apego con una simplicidad nueva, comprenderemos que no es ese objeto lo que nos hace sufrir, sino el modo en que nos aferramos a él.”
El fracaso o el éxito de una relación sentimental nunca son achacables a un solo miembro de la pareja. La convivencia no siempre es fácil y existen una serie de errores que pueden convertirse con el tiempo en perniciosos hábitos que acabarán por destruir la relación y complicando la existencia de ambos, y de los hijos, en el caso de que los haya.
“Si te lo pido, ya no lo quiero”: una frase muy utilizada en redes sociales para definir las relaciones de pareja. Constituye una de las armas más fuertes para que las relaciones de pareja fracasen.
Al respecto, Millán reflexiona: “Seguimos viendo esta brecha de realidad en la percepción que tenemos de nuestras luchas y nuestros retos como mujeres. Ese rol de las mujeres todavía se ve muy limitado a cuidadoras y eso termina afectando el crecimiento profesional y cuál es la equidad en nuestras relaciones y qué tanto usamos nuestra voz y tomamos distintos espacios. Eso es algo que se repite en mayor medida en todos los países”.
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Las mujeres nos quejamos con frecuencia de ello, pero antes de seguir fijándonos en los errores que ellos cometen también es importante que reconozcamos que nuestro actuar no es perfecto y es que también tenemos nuestra parte en los Errores de relaciones que no dejan que la pareja prospere.
Muchas veces, a la hora de iniciar las conversaciones con nuestro acompañante tendemos a experimentar una “verborrea de sinceridad” que nos cuesta detener.
Las mujeres solemos pensar que muchas cosas que realizamos son obvias y esperamos que nuestra pareja comprenda que es lo que necesitamos para sentirnos bien.
Uno de los errores más comunes en la concordancia de género es el uso de sustantivos en género masculino para referirse a un grupo mixto de hombres y mujeres. Por ejemplo, cuando decimos: "Los criadores de caballos son muy dedicados a su labor", estamos excluyendo a las mujeres que también pueden ser criadoras de caballos.
Una joven observaba que todos check it out los hombres con los que había salido la habían engañado, y esperaba que esto también sucediera con su prometido. Sus constantes celos, vigilancia e insistencia en revisar su teléfono y sus cuentas de redes sociales a diario en busca de evidencia de su infidelidad potencial o continua los llevaron a su alejamiento emocional y finalmente causaron su ruptura.
Generalmente a los hombres no les gusta que alguien invada su espacio y el tiempo que pasa solo o con sus amigos y compañeros de oficina.